Aunque la última experiencia en Hungría no ha sido la mejor tras deslitarnos lo que era una gran compañía, volvemos a este país para descubrir una idea de inversión muy distinta.

La primera empresa era una nanogap, esta ya es un poco más grande, capitalizando al cambio unos 5.000 millones de euros, y aún así está muy barata y ofrece mayor seguridad.

Es una empresa farmacéutica que ha venido desarrollando fármacos muy interesantes y de los que posee diversas royalties, uno de los mejores negocios del planeta.

La compañía NUNCA ha dejado de crecer desde el año 2002, siendo por tanto una empresa totalmente anticíclica.

Esto es gracias en parte a la reinversión de un flujo de caja constante derivado de las royalties, con el que se hace con nuevas patentes, divisiones de terceros y competidores, convirtiéndose en una auténtica compounder del sector farma y en un país invisible para el inversor.

No obstante, su crecimiento es seguro pero lento. Su beneficio neto se ha multiplicado por 8 veces desde el año 2002, lo que supone cerca del 9% anualizado.

Además, ofrece una aceptable rentabilidad por dividendo del 4%.

Pero como veremos, la empresa cotiza a un precio muy atractivo.

Otra idea de inversión diferencial que sólo puedes encontrar en microvalue.

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